Es una sensación de ahogo extrema, como tus músculos se contraen, tu estómago se retuerce, y sientes que el mundo se te viene encima, que intentas tranquilizarte y que todo lo que haces es en vano, que no hay vuelta atrás, que te ahogas, y empiezan las convulsiones, y tu cuerpo toma vida propia. También lo llamamos ataque de ansiedad...
Todavía no asimilo que no estás, cuando llego a casa y me quedo en el marco de la puerta pensando que todo acabó, que ya no sufrirás más, pero me duele tanto tu marcha, que el pecho se me quedó vacío, y cuando miro a mamá y la veo tan abatida preguntándome que tal estoy, se me parte el alma porque ella está sufriendo más que nadie tu adiós, porque era ella quien se ocupaba de ti, día y noche, nosotros íbamos y tan sólo pasábamos ratos, pero ella... era tu apoyo, tus manos, tus pies, tu cabeza, tu todo y tu... tu eras nuestro todo, y... te fuiste con 71 años... y el pecho se nos quedó vacío de sueños.
Hay que seguir caminando...
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