Siempre presente, como las sombras,
como la noche, callada, exhausta,
fría, temblorosa...
Como la noche más cerrada,
oscura, silenciosa...
Emerges de lo eterno,
te transformas...
te entregas...
Desnudas tu cuerpo,
desnudas tu alma.
...
Y el suspiro en tu vientre,
percibiendo la sed,
el calor, la ternura,
de ser mía otra vez.
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