Es lo que se siente cuando de todo un cuerpo depende...
da igual el sentimiento, la razón, la comprensión...
Dejando hipotéticamente de no dejar de ser yo,
de mostrarme a quien quiera verme,
de ocultarme a quien pida más.
De dar libertad... compañía,
un hombro donde llorar.
Aun habiendo risas... se escuchan lágrimas de fondo...
y al fondo... todo un olvido...
Un olvido olvidado, cuando dejas de verte...
Y desaparezco...
convirtiéndome en un frágil cristal...
tan corriente como la lluvia...
tan eterno como una lágrima de sal...
No hay comentarios:
Publicar un comentario