martes, 9 de septiembre de 2014

Tú,

Tú,

Te vistes para una ocasión especial... lencería conjuntada, vestido ceñido, tacones, maquillaje natural y sales a su encuentro.

Sientes unos pequeños nervios en la boca del estómago, como si ellos tomaran vida propia y supieran que está próximo el encuentro.

Entras por la puerta, y ahí esta... admirándote, cada centímetro de ti, te sientes observada, nerviosa y excitada.


y sigues caminando hasta su encuentro.

Le rozas la mejilla y notas ese vello que envuelve su cara descuidada, y sientes su rebeldía, sus ganas, y las de ambos.

Tus piernas se vuelven inquietas, quizás por la excitación que rebosas, las mueves de un lado a otro.

Llega el momento de calentar motores y os pedís una copa... dos...

Y la distancia se vuelve pesada... notas como hay un obstáculo en tu garganta que te impide tragar saliva, y te vuelves más inquieta... y tu risa... y tus mejillas te delatan, y sientes que es hora de irse. 

Os levantáis y os dirigís al ascensor,


La tensión os envuelve, os miráis... pero no aguantas su mirada y la desvías... miras al suelo, te muerdes el labio y llegáis a planta. 

Te cede el paso, y buscas ansiosa la habitación.

Está detrás, justo pegado a ti, y tus entrañas se derriten, y el camino a lo prohibido ya se ha abierto, y te giras... y lo ves mirándote, poyado en la puerta de la habitación, ojos ciegos de deseo, y lo miro... y dejo de tener estómago y garganta, y dejo de tener sentimiento y corazón, y todo se desploma... 

Y sólo quedamos los dos... 

La pasión que ahí se envuelve entre jadeos ahogados y placer.

(bla2900)

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